Pérgolas bioclimáticas ¿Qué son y cómo elegir la mejor?
En este artículo te vamos a contar qué es una pérgola bioclimática, cómo funciona, qué tipos existen, dónde puedes instalarla y qué cosas debes tener en cuenta antes de comprar una.

Sería genial poder aprovechar la terraza o el jardín más días al año, seguir organizando comidas con amigos, poder echarte una siesta a la sombra o hacer reunión en familia al aire libre con más frecuencia. Una pérgola bioclimática te permite todo eso y más.
¿Qué es una pérgola bioclimática y cómo funciona?
Una pérgola bioclimática es una estructura exterior con techo de lamas orientables, normalmente de aluminio, que se adapta a las condiciones climáticas.
Puedes controlar la cantidad de luz o sombra que quieres en todo momento. Y eso, créenos, es una maravilla.
Y, por supuesto, lo que la diferencia de una pérgola tradicional es que las lamas del techo pueden inclinarse o cerrarse por completo.
¿Cómo funciona?
- Lamas orientables: tienen un ángulo regulable entre 0 y 100 grados para dejar pasar más o menos luz.
- Ventilación natural: al inclinarlas ligeramente, se crea un efecto de ventilación cruzada que refresca el espacio.
Tipos de pérgolas bioclimáticas: funcionalidad y materiales
Según el mecanismo:
- Automatizadas: son las top ventas. Incorporan motores que permiten mover las lamas mediante mando a distancia o con solo pulsar un botón que está integrado en su estructura.
- Manuales: se regulan a mano, normalmente con una manivela. Ideales para presupuestos ajustados o si no necesitas tanta tecnología.
Según los materiales:
- Aluminio: el más habitual. Es un material ligero, no se oxida y apenas requiere mantenimiento.
- Acero galvanizado o inoxidable: es muy resistente, pero poco frecuente en uso residencial.
Tendencia actual: Las pérgolas de aluminio con acabados en imitación madera son ahora tendencia, quedan genial y no necesitan casi cuidados.
Ventajas de instalar una pérgola bioclimática en tu jardín
Instalar una pérgola bioclimática en casa es un plus, pero, además, tiene muchas ventajas:
- Puedes usar tu terraza o jardín más días al año.
- Te protege del sol y puedes regular la ventilación.
- Es un plus más de glamour para tu espacio exterior.
- Aumenta el valor de tu casa.
Además, si añades luces LED con opción de elegir la temperatura de la luz, puedes crear un espacio exterior acogedor para cenas, siestas o simplemente para relajarte con un libro y un buen café.
¿Dónde se puede colocar una pérgola bioclimática?
Las pérgolas bioclimáticas pueden instalarse adosadas a una pared o como estructura independiente.
Aquí te dejamos algunas ideas:
- En la terraza de tu casa o piso.
- En el jardín, en la piscina o en la zona reservada para la barbacoa.
- En un patio interior para ganar una zona de sombra.
- Junto a la fachada de la casa para crear un comedor exterior.
Lo importante es que la coloques sobre una superficie lisa y bien nivelada, y la ancles al suelo para que quede bien fijada.
¿Qué tener en cuenta antes de instalar una pérgola bioclimática?
Mediciones precisas y análisis del entorno
Mide bien el espacio donde la quieres poner. Ten en cuenta si hay bajantes o árboles que puedan suponer un obstáculo.
Orientación solar y flujo de viento
La dirección en la que instales la pérgola influye en cómo aprovecharás la luz solar en invierno y la sombra en verano.
Para eso, fíjate en por dónde entra más sol en tu jardín o terraza. Así, vas a poder colocar la pérgola de forma que te dé sombra justo cuando más la necesitas.
Permisos municipales y normativas
Dependiendo de dónde vivas, puede que necesites pedir permiso al ayuntamiento o informar a tu comunidad de vecinos. Lo habitual es que sea una licencia de obra menor, pero mejor preguntar.
Así que ya sabes: si quieres sombra en verano y un espacio bonito donde relajarte… tú lo que estás deseando es tener una pérgola bioclimática en casa.
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